Reducción en cantidad y toxicidad de los productos de consumo: los de plástico de usar y tirar deben ser eliminados y los envases no deben contener aditivos químicos que sigan poniendo en peligro a la salud humana.

Cumplimiento al 100% de su responsabilidad por parte de los productores: no puede ser que la ciudadanía esté pagando la mala praxis de los fabricantes.

Implantación transversal de la reutilización para botellas de vidrio y plástico, textil o productos menstruales: en nuestra sociedad actual es imposible optar por la reutilización.

Puesta en marcha inmediata de un Sistema de Depósito con cuotas para envases reutilizables: las personas deben poder retornar latas, botellas y bricks a la tienda para evitar que 30 millones de envases de bebidas cada día sigan contaminando nuestro entorno y mermando nuestra salud.

Estas fueron las ideas fuerza que más de una veintena de expertxs, científicxs, representantes públicos y agentes económicos nacionales e internacionales le piden a la nueva Ley de Residuos que a inicios de 2021 se discutirá en el Parlamento.

En el marco de la jornada virtual ‘Reflexiones sobre la nueva Ley de Residuos en España. Una oportunidad única frente a la Emergencia Climática’, organizada el pasado jueves 26 de noviembre por la Alianza Residuo Cero en colaboración European Environmental Bureau (EEB), el alud de evidencias que reclaman un texto mucho más ambicioso que el anteproyecto de ley actual fue abrumador.

El evento se dividió en dos mesas de debate. La primera se centró en la prevención y la reutilización, el que debe ser el eje central de la nueva ley si se quieren atacar en el origen todas las consecuencias de la ineficiente gestión de residuos en el Estado español y a la vez contribuir a la lucha contra la emergencia climática, como destacó la directora de Rezero, Rosa García. «Existe un vínculo directo entre prevención y ahorro de emisiones. Por ejemplo, en Barcelona en 2019 se generaron 360.000 toneladas de CO2, lo que equivale al 10% de sus emisiones. Si se gestionasen bien los residuos, estas emisiones se podrían reducir en un 36%», afirmó García.

La apuesta por la prevención y la reutilización no sólo ha de traer avances ambientales, sino que sus beneficios van mucho más allá. «La basura y el cáncer están muy relacionados. Hoy morirán en España 320 personas por cáncer y se diagnosticarán 800 casos más. Pues bien, el 95% de estos casos estarán ligados con nuestros hábitos y exposiciones, especialmente a los plásticos, y no con nuestro ADN”, evidenció el doctor de la Universidad de Granada Nicolás Olea, que también reclamó que la voz de la comunidad científica sea más escuchada.

«La industria no puede pretender que un problema sistémico sea solo culpa de la ciudadanía», señaló Xavier Curto, responsable de lobby de Surfrider España. Esta reflexión fue refrendada por representantes municipales y autonómicos que exigieron al ejecutivo que deje de permitir que la gestión de los residuos la siga costeando mayoritariamente la ciudadanía, en vez de los fabricantes que ponen en el mercado sus productos de forma irresponsable.

“La Ley de Residuos tiene que incluir el Sistema de Depósito. Punto”. Así de contundente se mostró Juan López de Uralde, presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Congreso de los Diputados y uno de los miembros de la segunda mesa del evento que se centró en el Sistema de Depósito para envases de bebidas. “La ciudadanía nos ha elegido para poner en marcha medidas que supongan un cambio real, como es el hecho de devolver latas, botellas y bricks a la tienda. Es un drama que en España las cosas sean tan difíciles por culpa de nuestra tradición caciquil», ahondó López de Uralde.

«El Estado español tiene un grave problema: Cada día, 30 millones de latas, botellas y bricks se pierden y acaban contaminando nuestro entorno. ¿La solución? Volver a vender las bebidas con depósito, como ya hacen en más de 40 lugares del mundo”, detalló Miquel Roset, director de Retorna y moderador de la mesa.

Pero la presión de la industria del ‘usar y tirar’ para evitar este tipo de cambios es asfixiante, como relató Julià Àlvaro, ex secretario de Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana y que quiso recuperar esta práctica en la anterior legislatura. «Las resistencias vienen de las empresas que consiguen sus beneficios a costa de la depredación del medio ambiente y la salud de las personas. En nuestro caso, en la Comunitat Valenciana fueron principalmente Mercadona, Consum y Más y Más», confesó Àlvaro.

Estos grandes supermercados, junto a las grandes marcas de bebida y alimentación se aúnan alrededor de Ecoembes y Ecovidrio, organizaciones que mientras públicamente venden una realidad positiva, mueven hilos para que nada cambie, según describió Ximena Banegas de la Fundación Changing Markets. «Reciclos es el reconocimiento de que estamos ganando la batalla porque Ecoembes y sus empresas se han visto obligadas a hacer algo. El problema es que lo han hecho tan mal y de manera tan complicada que su único objetivo es impedir que el Sistema de Depósito se ponga en marcha. Han movido ficha, pero con una solución fake», ejemplificó el propio López de Uralde.

Para Europa, el fin al abandono masivo de latas, botellas y bricks no tiene nada que ver con este tipo de falsas soluciones, como ilustró el director de Zero Waste Europe Joan Marc Simón. «En Bruselas, no se discute si habrá o no Sistemas de Depósito, sino cuándo y cómo se pondrán en marcha y qué cuotas para envases reutilizables y criterios de ecodiseño incluirán. Diez estados miembros ya lo tienen y diez están discutiendo cuándo implantarlo”, clarificó Simón.

El evento de la Alianza Residuo Cero y el EEB tendrá continuidad en una segunda jornada el próximo 3 de diciembre que contará con una mesa específica sobre el compostaje y cómo puede ayudar a la reducción de residuos y recuperación de los suelos y finalizará con un espacio en el que representantes del Gobierno y las Comunidades Autónomas, la sociedad civil y empresas debatirán acerca del actual proceso de reforma de la Ley de Residuos. El encuentro será clausurado por Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente.

Los plásticos de un solo uso en ningún caso son una solución ante la crisis del coronavirus, sino que están intrínsecamente relacionados con la crisis ambiental y climática que vive la humanidad, causa de la situación sanitaria actual. Además, tal y como muestran diferentes estudios, la COVID–19 puede permanecer durante tres días en las superficies plásticas, por lo que la única solución es mantener las medidas de higiene y desinfección aconsejadas por la Organización Mundial de la Salud.

Por este motivo, Alianza Residuo Cero reclama que se priorice la reducción de residuos y los sistemas y envases reutilizables frente a las falsas soluciones de usar y tirar. Es imprescindible apostar por nuevos modelos económicos viables ecológicamente, locales y resilientes.

A su vez animan a la ciudadanía a apostar por alimentos locales, frescos y saludables libres de plásticos, y les recuerdan que llevar sus propios envases a los comercios, siempre será más seguro que los envoltorios de plástico de usar y tirar que han pasado por toda la cadena de producción y consumo.

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